viernes, 10 de mayo de 2013

Lo bajan del bus... ¿Por cochino o por aseado?


Gritos y escándalos en la parte trasera de un bus no son extraños. Se dan cuando el conductor no se detiene en la parada correspondiente o cuando alguien no ha tenido tiempo de bajar y el busero ha cerrado la puerta. La gente también hace alborotos cuando un ladrón está haciendo de las suyas en el interior del transporte o cuando algún degenerado va aprovechando el tumulto para manosear a cuanta mujer pasa a su lado. No obstante, no era ninguna de estas situaciones.

Ese día yo me monté y pasé directo a los asientos de la parte media del bus, pero de pronto ví a un señor afeitándose en seco con una maquinita descartable. A mi eso me dio un repelo, solo de verlo me ardía la piel, así que mejor me regresé a las primeras sillas. Todo parecía ir bien. Media hora después comenzó el alboroto. Hasta ese momento yo cumplo con el onceavo mandamiento, no meterme en lo que no me importa y sigo escuchando música del recuerdo que suena a todo volumen en el bus.
La situación se pone difícil cuando el busero detiene el bus, lo apaga. Luego toma un tubo y se va directamente a la parte trasera del bus. En mi mente telenovelera yo ya me imagino al conductor como un héroe que va a salvar el honor de una mujer mancillada o a recuperar los bienes de un pobre hombre víctima de los ladrones.



-¡Bajate... Chancho!... ¡Aquí no me andés con esas mierdas... Ya bajate!

Después de unos gritos aquel hombre regresó con el tubo en la mano, encendió el bus y arrancó. Al parecer no necesitó hacer uso de la violencia, pero si se mostraba muy enojado.

-¿Y qué paso? ¿Un ladrón?, le pregunté en tono solidario, tratando de hacerle sentir que tenía toda la razón de su actitud con tal que me diera detalles de lo sucedido.

Después de meter cambio y resoplar me vió por el retrovisor, respondio:

-Un jodido loco que se estaba lavando los dientes dentro del bus.

- ¿De plano? - insistí.

- ¡Si! Y el cochino iba haciendo gárgaras y mojando a la gente... ¡Decime vos!- Resongó el conductor quien no volvió a encender la radio en todo el camino como muestra de su indignación por aquel acontecimiento inusual donde un pasajero fue desterrado del bus por cochino... ¿O por aseado?.

1 comentario:

  1. je je divertido e insolito , pero parte de nuestra realidad.. saludos

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