jueves, 26 de marzo de 2015

Cabezas habitadas

Es mediodía. Ruta 112. Quinta fila de asientos que dan a la ventana. Iba como en trance, con los ojos abiertos pegados al vidrio, pero sin ver nada, ordenando mi mundo financiero, mi mundo laboral y mundo espiritual en una especie de mecanismo psicológico que me da la oportunidad de abandonar ciertas condiciones externas e internas y experimentar un estado de conciencia alterado (…qué profundo).