lunes, 10 de marzo de 2014

Viaje al pasado... pero en bus

¡Odio los lunes! El día de pago se ve como una luz al final del túnel y mi cartera empieza a convertirse en una simple pieza de vestir inútil. Todo es gris... o mejor dicho negro. Es uno de esos días que uno cree que la vida es una porquería —por no decir una mala palabra— y además ilusamente, como para martirizarme, pienso que todo pudo ser mejor si no fuera por “esto” o por lo “otro”... Para remate, la idea de agarrar un bus en hora pico no era un aliciente.